Lo que no te cuentan del trabajo como azafata privada: ¿Qué las obligan a hacer?

En este ámbito, la apariencia y el cuidado personal no son aspectos triviales; al contrario, pueden sorprender a quienes desconocen estas exigencias.

El sector de las azafatas se rige por normas estrictas, especialmente en los vuelos privados, donde las exigencias pueden ser incluso mayores. Aquí, el aspecto físico y el cuidado personal no son simples detalles, sino que llegan a sorprender a quienes no están familiarizados con estas reglas.





La experiencia de una azafata en TikTok

Este tema ha sido abordado recientemente en TikTok por la usuaria @Consejos.belleza0, quien asegura haber trabajado cinco años como azafata en vuelos privados. En una de sus publicaciones, comparte los detalles de la estricta rutina de belleza que le exigían cumplir en su trabajo.

«Mis jefes no querían azafatas con los dientes amarillos, así que me obligaban a usar una pasta dental de una marca específica», comenta al inicio del vídeo. Según explica, era el único producto permitido, ya que garantizaba dientes naturalmente más blancos.

“Aumenté una talla en dos meses”

Durante su relato, la usuaria también menciona otros cuidados que le imponían en su puesto. Una de las exigencias más inusuales para las azafatas con busto pequeño era consumir diariamente té de fenogreco, una bebida que, según afirma, ayuda a aumentar el tamaño del pecho. “Gracias a este té, en dos meses subí una talla de sujetador”, declara.

Otro requisito esencial era el uso exclusivo de productos de higiene naturales. Explica que solo les permitían jabones naturales tanto para el cuerpo como para el rostro. Esto se debía a la creencia de que los jabones comerciales pueden dañar la piel y causar irritaciones.

Hábitos de alimentación y cuidado personal

Uno de los aspectos más polémicos que comparte la azafata tiene que ver con la alimentación. Afirma que consumir sandía formaba parte de la rutina de todas sus compañeras, ya que les habían explicado que este hábito ayudaba a mantener un olor corporal neutro en la zona íntima. «Como llevábamos faldas cortas, nos hacían comer sandía para evitar malos olores», dice.

Respecto al maquillaje, menciona que no les estaba permitido usar máscara de pestañas; en su lugar, debían aplicarse un producto para favorecer el crecimiento natural de las pestañas.

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