Después de más de 50 años, muchos estadounidenses aún se preguntan quién estuvo realmente detrás del asesinato de JFK. Sin embargo, a otros les surge una cuestión muy distinta: ¿Qué ocurrió con el cerebro de John F. Kennedy?
Si bien los restos mortales del presidente número 35 de los Estados Unidos está enterrado en el Cementerio Nacional de Arlington, su cerebro ha estado desaparecido desde 1966.
¿Fue robado para ocultar pruebas? ¿Tomado por su hermano? ¿O el cerebro fue realmente reemplazado incluso antes de que desapareciera?
Aquí está todo lo que sabemos sobre el misterio no resuelto del cerebro de JFK.
Dentro del asesinato y la autopsia de Kennedy
Los hechos sobre la desaparición del cerebro de John F. Kennedy comienzan el día en que fue asesinado.
El 22 de noviembre de 1963, el presidente fue atacado mientras conducía por Dallas, Texas. Esa noche, una autopsia en el Hospital Naval de Bethesda en DC determinó que el presidente había recibido dos disparos por arriba y por detrás.
Según los archivos, el agente del FBI Francis X. O’Neill, quien estuvo presente en la autopsia de JKF, recordó:
No quedaba mucho del cerebro, faltaba más de la mitad del cerebro.
El funcionario había observado cómo los médicos extrajeron el cerebro y lo colocaron “en un frasco blanco”.
Por su parte, los médicos también señalaron en su informe de autopsia que “el cerebro se conserva y se extrae para su posterior estudio”.
Según James Swanson, el autor del libro: End of Days: The Assassination of John F. Kennedy, el cerebro finalmente se colocó en un recipiente de acero inoxidable con tapa de rosca y se trasladó a los Archivos Nacionales.
Ya en la institución, fue colocado en una habitación segura designada para el uso de la devota exsecretaria de JFK, Evelyn Lincoln, mientras ella organizaba sus documentos presidenciales.
Pero tres años más tarde, en 1966, el cerebro, las muestras de tejido y otros materiales de autopsia habían desaparecido. Y una investigación posterior resultó incapaz de localizarlos.
El desconocido paradero del cerebro de John F. Kennedy
¿Dónde está el cerebro de JFK? Aunque aparentemente nadie conoce su paradero, varias teorías han surgido en las últimas décadas.
Los teóricos de la conspiración señalan que el cerebro de JFK contiene la verdad sobre su muerte.
Oficialmente, su autopsia encontró que había sido golpeado dos veces «por arriba y por detrás». Esto encaja con la conclusión de que Lee Harvey Oswald disparó fatalmente al presidente desde el sexto piso del Texas Book Depository.
Aún así, una teoría conspirativa asegura que el cerebro de Kennedy indica lo contrario: que a Kennedy le dispararon de frente, lo que refuerza la teoría de la «montaña cubierta de hierba».
De hecho, esa es la conclusión a la que llegaron los médicos del Parkland Hospital de Dallas. Según los creyentes de esta teoría, es por eso que se robó el cerebro de JFK.
Pero lo que plantea Swanson en su escrito es otra cosa muy distinta.
Si bien está de acuerdo en que el cerebro probablemente fue robado, cree que se lo llevó nada menos que el hermano de Kennedy, Robert F. Kennedy.
Mi conclusión es que Robert Kennedy tomó el cerebro de su hermano.
No para ocultar evidencia de una conspiración, sino quizás para ocultar evidencia del verdadero alcance de las enfermedades del presidente Kennedy, o quizás para ocultar evidencia de la cantidad de medicamentos que estaba tomando el presidente Kennedy.
Esta versión coincide con el hecho de que el presidente tenía numerosos problemas de salud que había ocultado al público. También tomó una serie de medicamentos, incluidos analgésicos, ansiolíticos, estimulantes, pastillas para dormir y hormonas para su peligrosa insuficiencia suprarrenal.
En cualquier caso, si el cerebro de JFK fue robado o no es una cosa. Pero también hay algo extraño en las fotos de archivo del cerebro del presidente.
¿Las fotos oficiales realmente muestran el cerebro de JFK?
Un informe de la Junta de Revisión de Registros de Asesinatos planteó en 1998 una pregunta preocupante.
Sostuvieron que las fotografías del cerebro de JFK en realidad mostraban el órgano equivocado.
Así lo manifestó Douglas Horne, analista jefe de registros militares de la junta:
Estoy entre un 90 y un 95 por ciento seguro de que las fotografías en los archivos no son del cerebro del presidente Kennedy.
Si no lo son, eso puede significar solo una cosa: que ha habido un encubrimiento de la evidencia médica.
Por su parte, O’Neill, el agente del FBI presente en el asesinato de Kennedy, también dijo que las fotos oficiales del cerebro no coincidían con lo que había presenciado:
Esto parece casi un cerebro completo, completamente diferente al cerebro destruido que había visto.
El informe también encontró varias discrepancias sobre cuándo y quién había examinado el cerebro, si el cerebro se seccionó o no de cierta manera y qué tipo de fotos se tomaron.
Despues de todo, la historia del cerebro de JFK se torna tan misteriosa como muchos aspectos de su asesinato.
¿Fue robado? ¿Perdido? ¿Sustituido?
Hasta la fecha, nadie lo sabe.