Tras una terrible noche de sueño interrumpido, te levantas con mareo y de mal humor. Así que, naturalmente, lo primero que haces es tomar una gran taza del café más fuerte que puedas conseguir. Sin embargo, según un nuevo estudio de la Universidad de Bath, eso tal vez sea una muy mala idea.
Los científicos encontraron que un tomar café a primera hora de la mañana puede alterar la respuesta de la glucosa del organismo, por lo que la recomendación es consumirlo después de las comidas y no antes.
Así lo explicó James Betts, uno de los autores del estudio:
Sabemos que casi la mitad de nosotros nos despertamos por la mañana y, antes de hacer cualquier otra cosa, bebemos café; intuitivamente, cuanto más cansados nos sentimos, más fuerte es el café. Este estudio es importante y tiene implicaciones de gran alcance para la salud, ya que hasta ahora teníamos un conocimiento limitado sobre lo que esto le está haciendo a nuestros cuerpos, en particular para nuestro control metabólico y de azúcar en sangre.
Esta investigación, publicada en el British Journal of Nutrition, contó con la participación de 29 adultos sanos, y cada uno de ellos completó tres experimentos distintos durante la noche. Un experimento de control les permitió una noche de sueño continua antes de ingerir una bebida azucarada por la mañana diseñada para replicar el contenido calórico del desayuno. Posteriormente los científicos tomaron muestras de sangre para establecer una respuesta basal de glucosa e insulina para cada individuo.
El otro par de experimentos implicó interrumpir el sueño de los participantes cada hora durante la noche. A la mañana siguiente, se les suministró la misma bebida azucarada, pero en uno de los experimentos esa bebida fue precedida por una taza de café negro fuerte.
Extrañamente, el estudio no observó ninguna alteración en la respuesta de glucosa de estas personas después de una sola noche de sueño interrumpido. Los investigadores no esperaban tal resultado, teniendo en cuenta que estudios anteriores han demostrado que se pueden inducir disfunciones metabólicas considerables por una sola noche de sueño fragmentado.
Los autores especulan que la naturaleza de su intervención para alterar el sueño puede no haber sido suficiente por sí sola para desencadenar una disfunción metabólica. Se despertaba a los sujetos durante un total de cinco minutos cada hora durante la noche, a diferencia de otros estudios relacionados que utilizaban protocolos de sueño más interrumpidos, y a menudo mantenían a los sujetos despiertos durante una o dos horas a la vez.
El autor principal del estudio, el Dr. Harry Smith, sugiere que este descubrimiento en particular debería ser tranquilizador para aquellas personas con una buena higiene del sueño en general. Las interrupciones leves de una sola noche de sueño no deben alterar la respuesta de glucosa de una persona al día siguiente.
Sin embargo, Smith explica que las cosas cambian cuando interviene el café:
Comenzar un día después de una mala noche de sueño con un café fuerte tuvo un efecto negativo en el metabolismo de la glucosa en alrededor del 50 por ciento. Como tal, las personas deben tratar de equilibrar los posibles beneficios estimulantes del café con cafeína en la mañana con el potencial de niveles más altos de glucosa en sangre y puede ser mejor consumir café después del desayuno que antes.
El científico resalta que aún queda mucho trabajo por hacer para comprender mejor la relación entre el sueño y el metabolismo. No está claro, por ejemplo, cuánta interrupción del sueño se necesita para alterar el metabolismo de una persona. Los investigadores plantean la hipótesis de que una mayor interrupción de las fases del sueño de ondas lentas puede ser más dañina metabólica y neurofisiológicamente que otras reducciones de la fase del sueño.
Por su parte, Betts finalmente sugiere que, si bien hay mucho por aprender, parece claro que tomar café fuerte antes del desayuno y luego de una noche de sueño interrumpido puede limitar la capacidad del cuerpo para tolerar eficazmente el azúcar en el desayuno.
En pocas palabras, nuestro control del azúcar en sangre se ve afectado cuando lo primero con lo que nuestro cuerpo entra en contacto es el café, especialmente después de una noche de sueño interrumpido. Podríamos mejorar esto comiendo primero y luego tomando café más tarde si sentimos que todavía lo necesitamos. Saber esto puede tener importantes beneficios para la salud de todos nosotros.