Cómo una jornada laboral reducida puede beneficiar tu salud (y la economía)

La sobrecarga de trabajo, la fatiga y una dieta poco saludable son problemas asociados a largas jornadas laborales. Sin embargo, la adaptación de condiciones laborales más flexibles podría reducir estos problemas, según lo indican diversas investigaciones.

A lo largo de nuestra existencia, pasamos en promedio 12 años en el ámbito laboral. Esta estimación, realizada por The World of Statistics, toma en cuenta las cifras globales de la duración máxima de vida laboral y de una jornada completa, que en España corresponden a 50 años y 40 horas a la semana, respectivamente.





Este hecho, junto con los reportes que sugieren que trabajar en exceso no necesariamente significa mayor productividad, ha llevado al Gobierno español a considerar una reducción gradual de la jornada laboral a 35 horas semanales para el año 2026, manteniendo el salario intacto.

Si bien este planteamiento, que podría impactar a alrededor de 12 millones de empleados según el Ministerio de Trabajo, ha suscitado diversas reacciones entre la población, lo cierto es que en cuestiones de bienestar, la mayoría parece estar de acuerdo. La reducción en las horas de trabajo , implementada ya en naciones como Francia, Islandia y Bélgica, no solo ha potenciado la eficiencia empresarial, sino que también ha propiciado mejoras en la salud de los empleados.

¿La reducción de horas laborales impacta positivamente en la salud?

Si bien cada situación es única, aún no existen suficientes investigaciones que respalden los beneficios de jornadas reducidas en la salud de los individuos. No obstante, hay ciertas afecciones físicas y psicológicas relacionadas con el exceso de trabajo que podrían minimizarse con esta propuesta. Entre ellas se encuentran el estrés, el insomnio y una dieta desbalanceada.

De acuerdo con un estudio reciente de People at Work realizado en 2022, donde se consultó a más de 33.000 trabajadores en España y otros 16 países, cerca del 70% de ellos experimenta estrés laboral al menos una vez por semana. A pesar de que esta condición se ha normalizado en la sociedad, no deberíamos restarle importancia, ya que puede derivar en problemas serios como migrañas, hipertensión o afecciones cardíacas.

Por otro lado, jornadas extensas no favorecen un buen descanso. Aunque el agotamiento, estrechamente vinculado al estrés, no es considerado una enfermedad, ignorar las alertas de nuestro organismo puede deteriorar nuestra salud. En este sentido, una investigación publicada en el Journal of Experimental Medicine señaló que el sueño influye en varios aspectos del sistema inmunológico. Es decir, un descanso deficiente puede incrementar las chances de caer enfermo tras exponerse a un patógeno.

Una excesiva carga laboral puede influir negativamente en las elecciones alimenticias de los trabajadores. La escasez de tiempo para organizar y cocinar lleva, en muchas ocasiones, a optar por alimentos ultraprocesados o comidas rápidas. Está ampliamente reconocido que una dieta inadecuada puede acarrear serios problemas de salud, tales como sobrepeso, hipertensión o declive cognitivo. Por si fuera poco, un análisis de la Organización Internacional del Trabajo sobre hábitos nutricionales en el trabajo en diversas regiones, concluyó que una mala nutrición puede traducirse en decrementos de hasta el 20% en productividad.

Por lo tanto, la disminución de las horas o días de trabajo podría resultar altamente beneficiosa para la salud, siempre que se mantenga una carga laboral proporcionalmente menor.

La semana de trabajo de cuatro días: un modelo que da frutos

En febrero de 2023, se dieron a conocer las conclusiones de un experimento llevado a cabo en el Reino Unido. En dicho experimento, 61 organizaciones, lo que equivale a aproximadamente 2.900 empleados, adoptaron una semana laboral de cuatro días manteniendo el salario intacto. Sin embargo, cada entidad adaptó esta modalidad según sus propias necesidades y cultura corporativa.

Según el informe, después de esta experiencia, una encuesta mostró que el 39% de los trabajadores se sintió menos presionado por el estrés, y un impresionante 71% manifestó una disminución en su fatiga. Además, se observó una reducción en síntomas como ansiedad, cansancio y trastornos del sueño, lo que se tradujo en mejoras tangibles en el bienestar físico y emocional de los empleados. En términos de rendimiento empresarial, los ingresos se mantuvieron estables, con un ligero aumento del 1,4% en promedio.

Tras seis meses de prueba, desde junio hasta diciembre de 2022, 56 de las 61 compañías decidieron adoptar este esquema de trabajo en su política interna. Joe Ryle, líder de la Campaña de la Semana de 4 Días, expresó en una declaración:

Es evidente que ha llegado la hora de considerar su implementación a nivel nacional.

Este caso ilustra cómo la reducción en las horas laborales no necesariamente afecta la productividad de las empresas, y, por el contrario, puede aportar significativos beneficios en el bienestar de los empleados.

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