Desde el miércoles 10 de enero, el Ministerio de Sanidad establecerá el uso mandatorio de mascarilla en todos los hospitales y centros de atención médica en España, de acuerdo con lo reportado por El País .
Esta decisión se adopta tras la resistencia de varias comunidades autónomas a seguir la sugerencia del mencionado ministerio sobre el uso de mascarillas. Mónica García, la ministra de Sanidad, tenía como objetivo implementar esta norma para minimizar la transmisión de patologías respiratorias. Actualmente, España experimenta un aumento significativo de casos de COVID-19 y gripe.
Comunidades como Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón, Murcia, Canarias y Asturias no solo acogieron, sino que también instauraron el uso forzoso de mascarillas. Sin embargo, otras regiones no adoptaron la misma postura.
«Se adopta esta medida en vista del incremento de los padecimientos respiratorios agudos en todo el país y con el objetivo de interrumpir la cadena de transmisión, así como para resguardar tanto a los profesionales de la salud como a las personas que visitan los hospitales y centros médicos del archipiélago, evitando que contraigan alguna enfermedad respiratoria», explicó la consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.
Comunidades optan por decidir autónomamente sobre el uso mandatorio de mascarillas
El 8 de enero, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud se reunió con el propósito de buscar alternativas ante el aumento de los contagios. La sugerencia principal era, sin duda, imponer el uso de mascarillas en las instalaciones sanitarias.
Sin embargo, la mayoría de las comunidades autónomas no estuvieron de acuerdo con la medida. Opinaban que cada región debería tener la autonomía de determinar si el uso de la mascarilla es —o no— obligatorio, según sus propias condiciones sanitarias. Preferían promover una campaña de concienciación sobre cuándo es aconsejable usar mascarilla. En este contexto, Cataluña fue la única comunidad que respaldó la propuesta de García.
Ante la oposición de las comunidades autónomas y con la necesidad de actuar de forma inmediata ante el notable aumento de contagios, el Ministerio de Sanidad se vio obligado a imponer el uso de mascarillas en centros de salud.
Para esto, se basaron en el artículo 65 de la ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, que permite establecer medidas coordinadas en beneficio de la salud pública.