Vómito de sapo: el absurdo remedio para la peste bubónica que propuso Isaac Newton

El científico aún era un estudiante cuando un brote azotó a Londres en 1665, y se obsesionó con la enfermedad.

El matemático y físico inglés Isaac Newton es reconocido en el mundo por describir la ley de la gravitación universal. Pero según The Guardian, un par de documentos dejan al descubierto que el genio del siglo XVII estaba convencido de que el vómito de sapo podría servir para tratar a los pacientes infectados con la peste bubónica.





La insólita cura fue garabateada por Newton en dos páginas de notas inéditas que acotó de un libro de Jan Baptiste van Helmont sobre la peste.

En sus notas, Newton detalla cómo creía que “se deben evitar los lugares infectados con la peste”. Esta observación en sí misma parecía bastante razonable, pero su cura para la infección fue todo lo contrario.

PASTILLAS HECHAS DE VÓMITO DE SAPO PARA CURAR LA PESTE BUBÓNICA

Según el físico inglés, la “mejor” forma de curar la plaga era suspender un sapo por las patas en una chimenea durante tres días. Luego recoger su vómito en un plato de cera amarilla, incluyendo los insectos que contenía. Por último, combinar el sapo pulverizado con sus excreciones para hacer pastillas que se usarían en el área afectada para desterrar el contagio.

Isaac Newton
Retrato de Isaac Newton (1642-1727)

La “fórmula” de Newton, por supuesto, era infundada. De hecho, este tipo de supuestos remedios caseros siempre aparecen en tiempos de pandemias. Por ejemplo, en marzo de 2020 muchas personas en Irán fueron engañadas con el falso remedio de beber metanol para protegerse del coronavirus.

Aun así, el hallazgo de estos documentos es de proporciones históricas. Las notas corrientes de Newton representan lo único significativo escrito sobre el tema por la mente científica más grande del mundo.

Newton se encontraba estudiando en el Trinity College de Cambridge cuando la institución cerró sus puertas como medida preventiva contra la peste bubónica. La enfermedad mató a unas 100.000 personas en Londres solo entre 1665 y 1666. Al regreso de Newton a Trinity College de Cambridge como estudiante en 1667, se obsesionó por saber más sobre la peste y el estudio de Van Helmont.

Las notas se dejaron originalmente a la sobrina de Newton, Catherine Conduitt, después de su muerte en 1727. Su vasto archivo permaneció en la familia durante 145 años. Su descendiente, Isaac Newton Wallop, quien también resultó ser el Quinto Conde de Portsmouth, donó el trabajo del físico al Trinity College en 1872.

notas inéditas
Notas del manuscrito de Isaac Newton sobre la lectura de Jan Baptiste van Helmont – Fotografía: Bonhams

Interesada solo en sus trabajos basados ​​en matemáticas y ciencias, la universidad en 1936 vendió a coleccionistas privados el controvertido trabajo de Newton sobre alquimia, teología y filosofía, que incluía su análisis del trabajo de Van Helmont.

Ahora, los documentos despiertan mucho interés en el contexto actual y entrarán a formar parte de una subasta en línea, pues fueron escritos por un genio que propone una solución para combatir un virus que está causando una pandemia.

Sin embargo, es poco probable que algunas de las curas potenciales de Newton registradas sean retomadas hoy.

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