En el corazón del Madrid de los Austrias, se encuentra un restaurante que ha logrado inscribir su nombre en el Libro Guinness de los Récords por ser el más antiguo del mundo. Desde su fundación en 1725, este icónico establecimiento ha sido testigo de más de 300 años de historia, manteniendo su esencia y carácter intactos a lo largo de los siglos. El edificio que lo alberga data de 1590, y su historia se entrelaza con las diversas transformaciones que ha vivido la capital española desde la época de los Austrias.
Estamos hablando de Casa Botín, situada en la Calle Cuchilleros número 17. Mucho más que un restaurante, este lugar es una auténtica cápsula del tiempo. Su horno de leña, en funcionamiento desde el primer día, es el alma del restaurante y el secreto detrás de los exquisitos cochinillos y corderos que se cocinan a diario. Botín ha sabido conservar su ambiente de antaño, brindando a cada visitante una experiencia inmersiva en la historia de Madrid. Su menú ofrece lo mejor de la gastronomía castellana, con especial énfasis en los asados, que han conquistado a comensales de todo el mundo.
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Este emblemático restaurante ha sido testigo de momentos clave en la historia y ha recibido a ilustres personajes de la literatura, como Ernest Hemingway, Benito Pérez Galdós y Graham Greene, quienes no solo disfrutaron de sus platos, sino que también lo inmortalizaron en sus obras. Durante la Guerra Civil Española, Botín se convirtió en un comedor para los milicianos, un hecho que marcó profundamente a la familia González, actual propietaria del establecimiento, quienes retomaron las riendas del negocio una vez finalizado el conflicto.
A lo largo de los años, Casa Botín ha recibido numerosos galardones, como la Placa al Mérito Turístico y su inclusión en la Guía Michelin y la Guía Repsol, posicionándose como un símbolo de la cocina tradicional. Su carta incluye una gran variedad de platos, desde los famosos asados de cochinillo y cordero, hasta pescados frescos como lenguado y angulas, sin olvidar las deliciosas entradas de jamón ibérico de bellota o las croquetas de pollo y jamón.
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La conexión de Botín con Madrid es profunda, ya que el restaurante ha sido testigo del crecimiento de la ciudad desde sus primeros días como posada hasta convertirse en un emblema de la gastronomía madrileña. Esta relación también se refleja en los personajes históricos que han pasado por sus mesas: Miguel de Unamuno, García Lorca, Lope de Vega y muchos más frecuentaron el local, disfrutando de la buena comida mientras absorbían el ambiente castizo del Madrid de los Austrias.
Con más de 300 años de historia, Casa Botín sigue siendo un referente no solo por su propuesta gastronómica, sino también por ser un testimonio vivo de la tradición y la cultura madrileña. Comer en sus salones es sumergirse en un pasado que sigue muy presente en cada rincón del restaurante, donde la historia, la literatura y la gastronomía se fusionan para ofrecer una experiencia verdaderamente única e inolvidable.