5 recomendaciones de Harvard para un verano ecológico y económico

Estos consejos de expertos de la Universidad de Harvard te ayudarán a proteger el medio ambiente y ahorrar dinero durante los meses más cálidos.

El verano trae consigo un calor característico que nos invita a pensar en vacaciones merecidas, días de playa y helados refrescantes, pero también puede ser difícil de manejar en muchas ocasiones.





Recientemente, las temporadas estivales han sido extremadamente calurosas, en parte debido al calentamiento global, que incrementa la temperatura promedio del planeta y contribuye a un clima cada vez más extremo.

Sin embargo, la clave para disfrutar de veranos con temperaturas más agradables podría estar más cerca de lo que pensamos: hay muchas acciones simples que podemos adoptar diariamente para promover un estilo de vida sostenible y evitar la contaminación que a menudo se asocia con esta temporada.

De hecho, en varias áreas de estudio de la reconocida Universidad de Harvard, especialmente en salud y medio ambiente, nos ofrecen excelentes consejos para mantenernos frescos este verano sin dañar el planeta o nuestro bolsillo.

¿Estás interesado en un verano más sostenible? No te pierdas estos cinco consejos prácticos y científicos de los expertos de Harvard :

1. Aplica las «5 R»

Reducir, reutilizar, reciclar, rechazar y reparar son los cinco principios de la sostenibilidad, los cuales nos orientan sobre las mejores prácticas para proteger al planeta del exceso de residuos, mejorando también nuestro bienestar.

Este enfoque nos muestra que adquirir algo nuevo no siempre es necesario, y que hay alternativas disponibles que nos ayudan a evitar el consumo excesivo, como compartir recursos, comprar artículos de segunda mano o reparar y reutilizar lo que ya poseemos.

2. Enfríate de forma natural

El calor excesivo puede afectar tu salud. No obstante, estar todo el día con el aire acondicionado a bajas temperaturas no es lo ideal para tu cuerpo ni para el medio ambiente. Hay otras formas de mantenerse fresco:

  • Busca sombra: la exposición directa al sol puede aumentar significativamente la temperatura de un espacio o de tu cuerpo. Es importante bajar las persianas en las horas más soleadas y crear corrientes de aire siempre que sea posible. Además, los lugares con abundante vegetación suelen ser más frescos.
  • Prefiere colores claros: los colores oscuros absorben y retienen el calor del sol, mientras que los colores claros lo reflejan. Vestir con tonos más claros en verano puede ayudarte a sentirte menos acalorado.
  • Limita el uso de electrónicos: el uso simultáneo de múltiples dispositivos electrónicos puede aumentar la temperatura promedio de tu hogar. Para mitigar esto, desconecta los dispositivos que no estés utilizando, opta por comidas que no requieran mucho tiempo en el horno y usa el ventilador o el aire acondicionado solo cuando sea necesario.

3. Economiza energía (y dinero)

Al reducir el uso de dispositivos electrónicos, no solo disminuirás el consumo de energía automáticamente, sino que también verás un impacto positivo en tus facturas y tu huella de carbono. Además, algunos aparatos pueden reemplazar opciones menos ecológicas que utilizan combustibles fósiles.

Otra estrategia para economizar es usar estos dispositivos durante horas de baja demanda eléctrica, donde el costo de la energía es menor, logrando así un ahorro significativo.

4. Mantente hidratado y evita los extremos de calor

Los golpes de calor pueden ser perjudiciales, causando daños serios a órganos y músculos. Es crucial, especialmente en verano, asegurarse de consumir suficiente agua y evitar la exposición prolongada al sol directo.

  • Planifica adecuadamente tus actividades. Asegúrate de incluir suficiente tiempo en la sombra y actividades que te refresquen.
  • Prefiere alimentos ricos en agua, como lechuga, pepino, sandía y naranja.

5. implementa estrategias comunitarias

Compartir herramientas y espacios es un consejo vital para la sostenibilidad, ya que ayuda a reducir significativamente el consumo excesivo de energía, materiales y costos. Por ejemplo, podríamos organizar intercambios de ropa u otros objetos, y utilizar espacios comunitarios o públicos para actividades diversas.

No te pierdas

Contenido Relacionado