A comienzos de junio, las autoridades hicieron un decomiso de 282 kg de escamas de pangolín en Medan, ubicado en Sumatra Septentrional. Un mes antes, en Kalimantan del Sur, también se incautaron 360 kg de estas escamas .
Los pangolines confiscados son todos de la especie protegida conocida como pangolín de Sunda o Manis javanica . Esta es una de las cuatro especies de pangolines que se encuentran en Asia. Las otras cuatro están repartidas en África.
Los pangolines, dependiendo de la especie, tienen un estado de conservación que varía de vulnerable a en peligro crítico. El pangolín de Sunda, en particular, se encuentra en un estado crítico de peligro, estando a un paso de ser considerado extinto en estado salvaje. De hecho, se calcula que entre 1998 y 2019, la población de estos pangolines se ha reducido en un 80%.
Los pangolines ostentan el título del animal más traficado del planeta. La Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) los tiene a todos en su Apéndice I . Eso significa que su comercio internacional está prohibido, a menos que sean criados en cautividad y registrados en la Secretaría de la CITES.
A pesar de las leyes internacionales, el tráfico de pangolines persiste. De hecho, la tendencia está en aumento a medida que crece la economía de China, el principal mercado para el comercio global de pangolines. Se estima que Indonesia pierde unos 10.000 pangolines cada año debido a este comercio ilícito.
Pangolín en la medicina tradicional china
El pangolín de Sunda se encuentra en Indonesia, más específicamente en las islas de Sumatra, Java y Kalimantan. También hay pequeñas poblaciones en islas menores como Bangka, Belitung y Nias. Además, Bali también es considerada un hábitat de estos animales, aunque todavía se está investigando la veracidad de este dato.
Los pangolines habitan en bosques primarios y secundarios. Prefieren áreas húmedas, con abundante hojarasca y árboles en descomposición. Aunque pueden vivir en plantaciones de palma de aceite, esta circunstancia es desastrosa, ya que estos animales son cazados y transportados cada vez más.
Muchas de las características biológicas de los pangolines siguen siendo un misterio, especialmente para las especies asiáticas. De hecho, la mayoría de los pangolines son conocidos solo por imágenes de especímenes confiscados.
Históricamente, los pangolines han sido cazados de manera rutinaria. En Indochina (Myanmar, Vietnam, Laos, Camboya, Tailandia), China y Corea, hay una creencia tradicional de que las escamas de pangolín pueden mejorar la presión arterial y aumentar la producción de leche materna, entre otros beneficios.
Las evidencias históricas muestran que el comercio mundial de escamas de pangolín ha existido y se ha registrado desde 1860, con China como destino. Sin embargo, se sabe que los pangolines de Indonesia se exportan a Hong Kong desde 1925, posiblemente incluso antes.
De hecho, en ese entonces, se estimaba que las exportaciones de pangolines indonesios a Hong Kong oscilaban entre 4,000 y 5,000 al año, probablemente provenientes de Java.
Un estudio realizado en 2016-2017 entre médicos de hospitales y tiendas de medicina tradicional autorizadas en dos provincias chinas reveló que los medicamentos tradicionales a base de pangolín eran los más solicitados por los pacientes en el 66% de los hospitales y en el 34% de las farmacias. Además, la demanda siempre supera la oferta.
El crecimiento económico de China ha aumentado la demanda de carne y escamas de pangolín, no solo para usos medicinales, sino también como alimento. Esto ha llevado a un incremento descontrolado de la caza furtiva.
La intensificación de la caza ilegal en Indochina
La práctica rampante de la caza ilegal ha llevado a que las poblaciones de pangolines en la región de Indochina estén en sus niveles más críticos. Encontrar un pangolín en esta región se ha convertido en una tarea cada vez más difícil. Según informes, la población de pangolines en la provincia china de Guangdong contaba con 100,000 individuos en la década de 1960, pero se desplomó un 70-90% en la década de los 2000.
Los cazadores y traficantes ilegales, lejos de desistir, expandieron su radio de acción en la década de 2000 , apuntando más allá de Indochina y a todas las especies de pangolines a nivel mundial. Así, la cacería a gran escala se trasladó a otros países asiáticos, como Indonesia, y finalmente a África.
En la región africana, los pangolines son presas más sencillas debido a la débil vigilancia y al hecho de que se desplazan con frecuencia por áreas de relieve suave. También suelen ser de mayor tamaño que sus contrapartes asiáticas.
Por otro lado, los pangolines de Indonesia se refugian en madrigueras o en las raíces de grandes árboles en zonas accidentadas y con densa vegetación. Su naturaleza solitaria los convierte en una de las especies más esquivas.
No obstante, la extensa distribución de las poblaciones de pangolines, la abundancia de puntos de salida informales y las condiciones económicas de las áreas rurales, mantienen una alta presión de caza sobre los pangolines en Indonesia.
Hasta hace poco, el gobierno chino solo permitía el uso de partes del cuerpo de los pangolines como ingredientes de medicina tradicional a empresas registradas como productoras. Sin embargo, en mayo de 2020, emitió una normativa que prohíbe completamente esta práctica, impulsada por el temor de que el comercio de pangolines sea origen de la propagación del coronavirus.
A pesar de esto, el gobierno chino sigue brindando oportunidades a las grandes industrias registradas de medicina tradicional para que utilicen los pangolines. En África e India, estos animales también se emplean en la medicina tradicional .
La compleja tarea de la “cría” de pangolines
El proceso de cría de pangolines fuera de su entorno natural resulta extremadamente desafiante. De hecho, se anticipa que el negocio de la «cría» de pangolines sería difícil de rentabilizar a corto plazo, dada la falta de conocimiento sobre la ecología y fisiología de la especie.
La alimentación del pangolín es muy específica, ya que debe contener ácido formicáceo, que solo se encuentra en los huevos, pupas y larvas de hormigas, termitas y otros microorganismos. Además, el alimento natural para pangolines es muy costoso, y las alternativas o sustitutos no están fácilmente disponibles en el mercado.
Investigaciones realizadas por el Instituto Indonesio de Ciencias (LIPI) han demostrado que, aunque los jóvenes pangolines pueden crecer y desarrollarse adecuadamente, aún existen dificultades para alterar su dieta natural y enriquecer las instalaciones de cautividad para la cría.
Por esta razón, es raro oír hablar de casos exitosos de cría de pangolines en organizaciones de conservación, como los zoológicos.
Mientras tanto, las afirmaciones de los criadores comerciales de pangolines sobre el éxito de la cría comercial de la especie siguen siendo cuestionadas por los expertos.
Por lo tanto, la protección de las poblaciones de pangolines no debe depender únicamente de los esfuerzos de los criadores. La supervivencia de la especie debe basarse en la voluntad política de los países consumidores (importadores) para eliminar gradualmente el consumo y el uso de escamas de pangolín.
Los países «exportadores» también deben combatir la caza furtiva a través de la educación sobre la conservación de la especie. Es necesario buscar soluciones alternativas de ingresos para que los cazadores ilegales de pangolines puedan cambiar de oficio.
Esperamos que los siglos de caza furtiva de pangolines queden en el pasado.