Madrid ha tenido el honor de ser la primera metrópolis europea en contar con un bar dedicado exclusivamente a la venta de bebidas enriquecidas con colágeno . Desde batidos de múltiples tonalidades hasta una amplia variedad de cafés gourmet.
Aunque los ingredientes cambian según la bebida, el colágeno siempre es el elemento clave. Así que no es de extrañar que cada vez más influencers compartan fotos de sus bebidas en las redes sociales. Parece un complemento ideal post-entrenamiento que, además, asegura mejorar la apariencia de la piel y el cabello. Dicho de este modo, ¿quién podría resistirse?
Sin embargo, la realidad no es tan idílica como parece, ni el colágeno es la solución milagrosa que algunos quieren hacer creer.
Los creadores del bar, conocido como Sesén Room , argumentan que su colágeno es especial porque es más puro y ha sido sometido a un proceso de doble hidrólisis que mejora su absorción. Así las cosas, afirman que con su versión sí se deberían notar los efectos.
Pero la verdad es otra.
El colágeno hidrolizado, cuando se ingiere, no ofrece ningún beneficio adicional , por más que se purifique o se absorba mejor. Además, añadirlo a cafés y batidos solo incrementa su precio.
Es probable que estas bebidas sean deliciosas y que no sean perjudiciales para la salud. Pero tampoco aportan beneficios reales. La decisión es tuya, evalúa si realmente merece la pena.
¿Por qué el colágeno oral no tiene efecto alguno?
El colágeno es una proteína vital para la formación de numerosos tejidos, que van desde los tendones hasta la piel.
De ahí que sea muy apreciado en el mundo deportivo, ya que contribuye a la reparación de pequeñas lesiones articulares causadas por el ejercicio. También es muy valorado en el sector cosmético porque, gracias a su papel en la regeneración cutánea, ayuda a combatir el envejecimiento y a suavizar arrugas.
Por todas estas razones, los suplementos de colágeno hidrolizado se han vuelto muy populares, prometiendo un aporte extra de esta proteína, más allá de lo que nuestro cuerpo puede sintetizar por sí mismo. Pero aquí surge un inconveniente.
Las proteínas, incluido el colágeno, están formadas por aminoácidos, que son sus componentes básicos, y existen 20 diferentes. La combinación de estos aminoácidos da lugar a proteínas específicas. Es como si usáramos bloques de lego para construir distintas estructuras, como un árbol o una casa.
Cuando ingerimos colágeno, este se descompone en el sistema digestivo , transformándose en los aminoácidos que lo conforman. Podríamos pensar que luego estos aminoácidos se reagruparán para formar la misma proteína, pero eso no sucede.
Esos aminoácidos pueden combinarse de nuevas formas para crear cualquier proteína. Estamos simplemente proporcionando nuevos bloques al cuerpo, y además, bastante costosos, ya que podríamos obtenerlos de forma mucho más económica al consumir cualquier alimento rico en proteínas.
Es otra historia si el colágeno se inyecta directamente en la zona necesitada. Pero, en forma oral, no ofrece ningún beneficio real.
Cuidado con la quimiofobia
El colágeno es sin duda el ingrediente estrella de este recién inaugurado bar en Madrid. Pero hay más. Entre sus atractivos, también destaca que sus bebidas no contienen edulcorantes, aromas, lactosa o gluten.
Curiosamente, el establecimiento pone en la misma categoría tanto aditivos, que generalmente son seguros aunque quizás no esenciales, como la lactosa y el gluten. Estos últimos son ingredientes completamente inofensivos para aquellos que no son intolerantes a la lactosa o celíacos, respectivamente.
Este enfoque parece capitalizar en el temor generalizado hacia los aditivos para atraer a más clientela a su bar especializado en colágeno. Es paradójico, ya que la lactosa es un azúcar presente de forma natural en la leche, al igual que la fructosa en las frutas que usan para sus batidos.
Por otro lado, el gluten es una proteína, al igual que el colágeno. Si bien es excelente que haya opciones para quienes necesitan evitar estos ingredientes, no debería promocionarse como un beneficio para el público general, ya que esto alimenta el riesgo de caer en la quimiofobia.
El colágeno no es la panacea
Desde este peculiar bar de Madrid, también se advierte que sus bebidas no son milagrosas y que deben complementarse con una dieta equilibrada y un régimen de ejercicio adecuado.
Y en esto tienen razón.
Si nuestro objetivo es mantener articulaciones saludables y una piel radiante, tanto una buena alimentación como el ejercicio regular jugarán un papel crucial, sin la necesidad de añadir colágeno.
A menudo, quienes frecuentan estos establecimientos ya llevan un estilo de vida bastante saludable y pueden llegar a creer que el colágeno ha contribuido a su bienestar, cuando en realidad es solo un añadido costoso e innecesario a lo que realmente importa. La clave del éxito de estos productos radica en su combinación con hábitos que realmente sí aportan beneficios.