Un estudio con murciélagos revela claves para prevenir la próxima pandemia

El secreto inmunológico de los murciélagos podría ayudarnos a enfrentar nuevos virus.

Siendo el único mamífero con la habilidad de volar auténticamente, los murciélagos han evolucionado con características peculiares que les permiten adaptarse a los rigores físicos del vuelo nocturno.





Tener un organismo tan resistente significa que es menos probable que una enfermedad te arruine. Para seres como los humanos, que no cuentan con un sistema inmunitario tan potente, la habilidad de los murciélagos para soportar patógenos letales convierte cada colonia de estos animales en un posible crisol de virus.

La noción de que murciélagos infectados podrían ser el origen de futuras epidemias no es nueva. Sin embargo, hasta ahora no había una teoría sólida que lo respaldara, lo que obstaculizaba la creación de modelos fiables para formular las preguntas adecuadas que podrían prevenir futuros brotes.

Por este motivo, científicos de Estados Unidos y Canadá decidieron examinar los estudios existentes para elaborar un enfoque que les permitiera modelar el desarrollo y la diseminación de virus entre murciélagos y otros animales.

La historia humana está repleta de ejemplos de enfermedades transmitidas de animales a humanos, que van desde la rabia hasta el ébola. Estos microorganismos saltan de nuestros animales domésticos, del ganado o de la fauna silvestre, amenazando con infectarnos.

A pesar de su pequeño tamaño y resistencia, los murciélagos tienen el infortunio de ser señalados como almacenes de patógenos especialmente peligrosos. Esta reputación no es del todo infundada . El COVID-19 sirve como un triste recordatorio de lo que puede ocurrir cuando un virus de murciélagos salta a los humanos .

Más allá de estas generalidades, hay lecciones específicas que podemos aprender sobre cómo los murciélagos interactúan con los virus, lo cual podría informarnos acerca de qué buscar en otras especies.

En general, se utiliza una regla que se basa en la proximidad genética entre especies para predecir el riesgo de un contagio viral.

Sin embargo, los virus que se hallan en un humano podrían saltar a otro humano sin mucho problema. Pero cuando un virus de un animal poco emparentado logra entrar en un humano, el resultado puede ser devastador.

A diferencia, la teoría de los investigadores pone énfasis en la tolerancia del posible huésped al virus.

No todos los huéspedes reaccionan igual ante un patógeno. Diferentes sistemas inmunitarios abordan distintos patógenos de maneras diversas, ya sea destruyendo al intruso o tolerándolo.

Resistir a un patógeno generalmente dificulta su salto entre especies, mientras que la tolerancia permite a los patógenos crecer rápidamente sin afectar la salud del huésped.

Sin embargo, una tolerancia incompleta podría ser devastadora para la población huésped, ya que permitiría al patógeno erradicar rápidamente a todos los individuos vulnerables.

Como concluyen los investigadores en su artículo recién publicado :

Al ofrecer un marco teórico para entender este fenómeno, generamos un conjunto de preguntas e hipótesis que podrían ser sometidas a prueba en futuros estudios comparativos de inmunología.

Es imposible llevar a cabo una evaluación completa de todos los posibles huéspedes en el reino animal, pero la longevidad de una especie podría servir como un indicador fiable.

Podemos no tener la fortaleza de estos mamíferos voladores, pero eso no quiere decir que no podamos tomar algunas pautas de ellos que podrían ayudarnos a prevenir la próxima pandemia.

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