El escarabajo que soporta que un coche le pase por encima

Un par de características sobresalen cuando hablamos del escarabajo diabólico acorazado: su particular nombre, que es bastante presumido, y su increíble fortaleza. Esta especie de insecto puede soportar que un coche le pase por encima. ¿Cómo consigue sobrevivir?





Los resultados de una investigación publicada en Nature por científicos de la Universidad de California-Irvine señalan que el escarabajo diabólico acorazado (Phloeodes diabolicus) mejora su ultrarresistente exoesqueleto con una apropiada elasticidad que lo libra de la destrucción justo cuando está a punto de quebrarse.

¿UN ESCARABAJO DE ACERO?

El insecto originario de Baja California y el suroeste de Estados Unidos es incapaz de volar, por lo que ha desarrollado otros mecanismos de defensa para enfrentar a sus depredadores. Prefiere ocultarse bajo las rocas y la corteza de los árboles, y cuenta con la extraordinaria habilidad para hacerse el muerto. Pero la característica de la cual se deriva su nombre es su fuerte caparazón, considerado por la ciencia como uno de los más resistentes. Y es que no solo es capaz de soportar que un coche le pase por encima, sino que además su exoesqueleto puede proteger sus órganos internos del ataque a picotazos de alguna ave.

Para entender el funcionamiento del “blindaje” del escarabajo diabólico acorazado, los expertos analizaron su exoesqueleto por medio de microscopios y tomografías, e incluso imprimieron en 3D versiones equivalentes para probar sus teorías. La pruebas revelaron que estos insectos son capaces de resistir una fuerza de 150 newtons, 39.000 veces su masa corporal y 50 newtons adicionales a la fuerza que ejercería un automóvil. En comparación con un caso humano, es como si una persona de 90 kg soportara un peso de 3500 toneladas, que equivaldría a tener cuarenta aviones encima.

PERO, ¿CÓMO FUNCIONA LA ARMADURA?

El secreto de esta fenomenal resistencia se encuentra en los élitros, que en aquellos escarabajos que vuelan son las alas anteriores (y protegen a las alas posteriores), y que en los escarabajos diabólicos funcionan como una coraza protectora de los órganos internos.

Esta imagen de una sección transversal de los élitros del escarabajo diabólico acorazado deja ver cómo su funcionamiento se divide en dos sectores:

sección transversal de los élitros del escarabajo diabólico acorazado
Sección transversal de los élitros del escarabajo diabólico acorazado. Imagen: Jesus Rivera/UCI

La capa más externa (con alto contenido de proteínas) le dota de rigidez, mientras que la sutura medial, la línea que separa el par de élitros a lo largo del abdomen del insecto, acopla con exactitud ambas partes confiriendo a la estructura esa extraordinaria capacidad elástica de deformación. Al aplicarse una fuerza por debajo de los 150 newtons, las piezas entrelazadas experimentan un proceso denominado deslaminación o fractura en capas, en el que se distancian lentamente sin llegar a desunirse.

Los investigadores creen que este sistema de defensa podría servir como inspiración para crear nuevos materiales con partes entrelazadas que puedan disipar la energía de tal forma que eviten el rompimiento irreparable de una estructura.

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