La cafeína es la droga psicoactiva más utilizada en el mundo, consumida por miles de millones de personas todos los días en forma de té, café y bebidas energéticas. Se consume comúnmente para aumentar el estado de alerta y concentración.
Por otro lado, se cree ampliamente que el café interfiere con el sueño, y se sabe que la falta de sueño reduce el volumen del cerebro y afecta la función cognitiva. ¿Es posible que el consumo de cafeína cambie de alguna manera la estructura de tu cerebro?
Cafeína en el cerebro
Esa es la pregunta que Yu-Shiuan Lin de la Universidad de Basilea y sus colegas se propusieron responder, y su hipótesis fue que la ingesta diaria de cafeína altera la estructura de la materia gris al interrumpir el sueño.
Sus resultados, que se basaron en un estudio de neuroimagen y se publicaron en la revista Cerebral Cortex, muestran que, de hecho, el café reduce temporalmente el volumen de materia gris. Sin embargo, sorprendentemente, esto no se asoció con la interrupción del sueño.
Los investigadores reclutaron a 20 personas jóvenes y sanas que bebían café a diario y les dieron tabletas para tomar durante dos períodos de 10 días, sin beber café. Durante un período, tomaron tres tabletas por día, cada una con 150 miligramos de cafeína; durante el otro, tomaron tabletas de placebo que no contenían ingredientes activos. Esto se hizo de forma aleatoria, doble ciego, en la que ni los investigadores ni los participantes sabían qué tabletas tomaban durante cada período.
Después de cada período de 10 días, los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética (IRM) para examinar la estructura cerebral de los participantes y electroencefalografía (EEG) para registrar sus patrones de sueño.
Si bien no observaron diferencias significativas en la duración o la calidad del sueño entre las dos condiciones, sí vieron una diferencia significativa en la estructura cerebral, con volúmenes de materia gris más grandes observados después de diez días de placebo que después de diez días de tabletas de cafeína.
Estas diferencias fueron más notables en el lóbulo temporal medial derecho, y especialmente en el hipocampo, una estructura que es fundamental para la memoria. Sin embargo, estos cambios parecían ser temporales y estaban asociados con cambios inducidos por la cafeína en el flujo sanguíneo cerebral.
Una vida cafeinada
Los estudios en animales sugieren que la cafeína tiene efectos neuroprotectores y puede revertir el deterioro cognitivo asociado con la edad, el estrés crónico y las enfermedades neurodegenerativas; pero los estudios en humanos han mostrado resultados mixtos.
El estudio actual está limitado por su pequeño tamaño de muestra y por el hecho de que las mediciones del flujo sanguíneo cerebral y las imágenes estructurales se realizaron con una diferencia de aproximadamente tres horas.
Aun así, los resultados justifican una mayor investigación sobre los efectos de la cafeína en el cerebro, en particular comparando sus efectos en los bebedores habituales con aquellos que consumen poca o nada de cafeína.