Es raro observar pilotos barbudos a bordo de los aviones. Tal vez no lo hayas notado antes, pero presta atención la próxima vez. La ausencia de barba entre los pilotos no responde a una preferencia estética, sino a un requisito de seguridad.
De hecho, varias aerolíneas prohíben explícitamente que sus pilotos tengan barba. Algunas aceptan, en el mejor de los casos, perillas o bigotes que estén meticulosamente recortados. Otras no permiten ningún tipo de vello facial. Incluso los pilotos suplentes deben acatar esta norma para estar listos para tomar el control en caso de emergencia.
La razón de esta prohibición radica en la necesidad de que las mascarillas de oxígeno, utilizadas en situaciones de emergencia, se ajusten perfectamente para minimizar el impacto en la respiración. La presencia de vello facial en la zona donde la mascarilla debe sellarse puede provocar fugas de oxígeno que, aunque no necesariamente letales para los pasajeros, sí representan un riesgo significativo para la seguridad de todos los presentes, incluyendo a la tripulación, si el piloto tiene barba.
Riesgos asociados a los pilotos con barba
En 1987, la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos emitió un informe que evaluaba la eficacia de las mascarillas de oxígeno de emergencia en pilotos con vello facial.
El informe determinó que a mayor cantidad de vello facial, peor es el ajuste de las mascarillas, lo que reduce su eficacia. Este hallazgo ha sido considerado en otras situaciones de seguridad respiratoria, como durante los primeros días de la pandemia de COVID-19, cuando el uso de mascarillas se volvió esencial para todos.
Las personas con vello facial, como las barbas, tienden a tener una menor adherencia de las mascarillas, lo que resulta en una protección reducida tanto para ellas como para los que están a su alrededor. En el caso de los pilotos, este es un asunto serio: su falta de protección puede afectar directamente a los pasajeros.
Necesidad de las mascarillas de oxígeno
Las mascarillas de oxígeno se vuelven esenciales en ciertas situaciones, especialmente cuando ocurre una despresurización en el avión.
A medida que un avión asciende, la presión atmosférica disminuye y, aunque la proporción de oxígeno en el aire sigue siendo la misma, la cantidad efectiva disponible en cada respiración se reduce debido a la menor presión. Esto hace necesario presurizar las cabinas. Si hay una falla y las cabinas se despresurizan, la presión dentro del avión cae a niveles que pueden encontrarse en la altitud de vuelo, haciendo imprescindible el uso de mascarillas de oxígeno tanto para pasajeros como para la tripulación. Esto subraya la importancia de que los pilotos no tengan barba.
Diferencias entre pasajeros y pilotos con barba
La cantidad de oxígeno que se pierde puede variar por muchos factores, incluyendo el tipo de actividad que se realiza y el tipo de mascarilla utilizada. Investigaciones han mostrado que, en todos los casos, el vello facial afecta negativamente la eficacia de la mascarilla.
Estudios adicionales han revelado que los pasajeros con barba pueden experimentar una pérdida de oxígeno de entre un 16% y un 67% al usar mascarillas.
Aunque esto podría no ser fatal para los pasajeros y podría resultar en un simple desmayo, las consecuencias para un piloto en similares circunstancias podrían ser desastrosas para todos a bordo. Por esta razón, se desaconseja que los pilotos lleven barba. La decisión depende de la política de cada aerolínea, pero es crucial que cualquier piloto que decida llevar barba se asegure de que puede afeitarse adecuadamente y verificar que la mascarilla se ajuste correctamente a su rostro. Aquí, el problema va más allá de la estética y se convierte en un tema crítico de seguridad.