Lo que realmente ocurriría si se abriera una puerta de avión en el aire

El cine y la cultura popular han sembrado la inquietud de que una puerta de avión pueda abrirse en pleno vuelo y desencadenar una tragedia inmediata. Pero, ¿es eso realmente posible?

Los pasajeros del vuelo Madrid-Caracas se encontraban acomodados en sus asientos, algunos descansando, otros perdidos en sus pensamientos o entretenidos con alguna película. Sin embargo, lo que parecía ser un trayecto tranquilo pronto se transformó en una escena digna de una película de acción.





Un pasajero, aparentemente alterado, se levantó de su asiento y caminó decidido hacia la puerta de emergencia, según informaron diversos medios. Lo que intentó hacer, y lo que la tripulación logró evitar, planteó una de las preguntas que muchos se han hecho en alguna ocasión: ¿qué ocurriría si alguien intentara abrir una puerta de avión mientras está en pleno vuelo?

La rápida reacción de los miembros de la tripulación evitó un posible desastre, aunque uno de los auxiliares sufrió una lesión durante el incidente. Finalmente, el pasajero fue controlado y retenido hasta el aterrizaje en Caracas, donde fue entregado a las autoridades.

Este evento despertó un torrente de dudas y especulaciones sobre si realmente es posible abrir una puerta de emergencia a miles de metros de altura.

¿Se puede abrir realmente una puerta de avión mientras está en vuelo?

Para responder a esta pregunta, es necesario entender cómo funcionan las cabinas presurizadas. Los aviones comerciales vuelan a altitudes que oscilan entre los 9.000 y los 13.000 metros, donde la presión atmosférica es extremadamente baja, lo que haría imposible respirar sin asistencia.

Para contrarrestar este problema, las aeronaves mantienen la cabina presurizada a niveles que simulan una altitud de entre 2.400 y 3.000 metros sobre el nivel del mar.

Es esta diferencia de presión la que impide que una puerta de emergencia se pueda abrir mientras el avión está volando. Para explicarlo de forma más clara, imagina intentar levantar un objeto que pesa una tonelada. La fuerza necesaria sería colosal. En el caso de un avión, la presión interna ejerce una fuerza de hasta 3,6 kilogramos por cada centímetro cuadrado de la puerta, lo que equivale a una presión total de varias toneladas. Ni siquiera la persona más fuerte del mundo podría abrirla.

¿Qué sucedería si, en un caso excepcional, se lograra abrir?

Aunque es prácticamente inviable que ocurra en pleno vuelo, si, en un caso extremo, la puerta de emergencia llegara a abrirse, las consecuencias serían devastadoras. La cabina se despresurizaría en menos de medio segundo, creando un violento efecto de succión que expulsaría a cualquier persona u objeto no asegurado.

Además, la pérdida repentina de presión provocaría que las máscaras de oxígeno caigan automáticamente. A esa altitud, un pasajero tendría solo 18 segundos antes de comenzar a sufrir hipoxia, una condición en la que la falta de oxígeno lleva rápidamente a la inconsciencia y, si no se soluciona, a la muerte.

Por suerte, los aviones están equipados con reservas de oxígeno que duran unos 10 minutos, tiempo suficiente para permitir que la aeronave descienda a una altitud segura, donde la presión atmosférica permita respirar sin necesidad de asistencia.

Casos reales y el mito de la tragedia aérea

A lo largo de la historia, ha habido situaciones en las que se han abierto puertas de avión en pleno vuelo, pero siempre ha ocurrido a altitudes bajas, donde la diferencia de presión no es tan significativa. Un ejemplo reciente fue el caso de un pasajero en un vuelo de Asiana Airlines que logró abrir una puerta de emergencia cuando el avión estaba a solo 200 metros de altura, causando un caos a bordo, pero sin consecuencias fatales.

La mayoría de los aviones comerciales modernos están diseñados no solo para cerrarse herméticamente con la presión interna, sino que también cuentan con bloqueos electrónicos que impiden su apertura durante el vuelo. Incluso en el improbable caso de que una puerta se desbloquee, la presión interna seguiría impidiendo que se abra hasta que el avión descienda considerablemente.

El miedo irracional y la realidad científica

El cine y la cultura popular han alimentado el miedo de que una puerta de avión se pueda abrir en pleno vuelo y causar una catástrofe inmediata. Sin embargo, la realidad es mucho más tranquila. Los aviones están diseñados para garantizar la seguridad de los pasajeros, incluso en situaciones extremas.

Este incidente en el vuelo Madrid-Caracas, aunque alarmante, no representó un peligro real para la integridad del avión. No obstante, sirve como recordatorio de la importancia de contar con tripulaciones altamente capacitadas y protocolos de seguridad estrictos para manejar cualquier tipo de eventualidad en el aire.

Así que, la próxima vez que subas a un avión y observes las puertas de emergencia, puedes estar tranquilo: abrirlas en pleno vuelo no es una posibilidad, ni siquiera para el pasajero más decidido o el más fuerte del mundo.

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