La historia de la RAE, la institución cultural más importante del mundo hispano

Conservar el idioma equivale a mantener viva la máxima creación de un pueblo. La Real Academia Española (RAE) es la institución cultural más importante de los 21 países de habla hispana y ninguno de sus más de 471 millones de habitantes debería ignorar este patrimonio.





La RAE, a lo largo de sus varios siglos de existencia, ha sido la garante de preservar el idioma español, que es la segunda lengua materna más hablada del planeta, luego del chino mandarín que cubre una población nativa de aproximadamente 1.100 millones de habitantes.

A pesar de que las lenguas evolucionan constantemente, y más aún el español, por la gran cantidad de países hispanoparlantes, es necesario que esta transformación no rompa con la unidad armónica, pilar de una cultura común que los vincula a pesar de las diferencias.

LA RAE Y LOS ACADÉMICOS DE NÚMERO

Esta institución está compuesta por 46 Académicos de Número, llamados así por formar parte de un determinado grupo de intelectuales, elegidos por la Academia a partir de sus méritos y contribuciones a la Lengua Española. Éstos ocupan una silla denominada con una letra del alfabeto, donde se toman en cuenta tanto las mayúsculas como las minúsculas.

La RAE y los Académicos de Número
Sala de juntas de la Real Academia Española. Elección de nuevo presidente el 22 de noviembre de 1906 en el que salió investido Alejandro Pidal y Mon (n.º 6 en la fotografía).

Es una especie de congreso, que se reúne una vez a la semana en su sede actual ubicada en la calle Felipe IV de Madrid, junto al Museo del Prado, con la finalidad de tratar asuntos de interés. Un ejemplo de ello fue su participación para definir la pertinencia, en cuanto a la inclusión de términos alusivos al género, en la Constitución Española.

Sus miembros se escogen por votación secreta y, hasta el año 2019, un total de 476 individuos pertenecientes a diferentes ramas del conocimiento, tales como Letras, Lingüística, Filosofía, Filología, Historia y Ciencias, han ocupado alguna de sus sillas. Ser Académico de Número de la Real Academia se constituye en un cargo vitalicio y sólo cuando la persona muere es sustituida mediante una nueva elección.

FUNDACIÓN Y SEDES DE LA RAE

La RAE, aunque fue aprobada por Real Cédula el 3 de octubre de 1714, nace en 1711, cuando Juan Manuel Fernández Pacheco (1650-1725), Mayordomo Real del rey Felipe V, promueve reuniones para llevar a cabo discusiones de índole intelectual, en su palacio, hoy desaparecido, ubicado en la Plaza de las Descalzas.

Plaza de las Descalzas
Vista del Convento de las Descalzas Reales desde la calle de Bordadores. Minguet, 1758. Museo de Historia (memoriademadrid.es)

Este naciente movimiento se ubica dentro de los que, para la época, se autonombraban novatores o innovadores, los cuales tenían como propósito analizar los últimos conocimientos científicos del momento, al tiempo que pretendían reconstruir la herencia cultural e histórica de España, golpeada por tiempos muy convulsos. El primer objetivo de la RAE fue la publicación de un Diccionario de la Lengua Castellana, lo que se logra en el año 1726.

Desde 1754 la RAE estuvo en lo que, para ese entonces, era la Casa del Tesoro, edificada por Felipe II junto al Alcázar para que sirviera de hospedaje a los artistas, y que fuera demolida por José Bonaparte para construir lo que hoy es la Plaza de Oriente. Posteriormente se muda a la calle Valverde del barrio Malasaña, donde en la actualidad se encuentra la Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales, hasta que en 1894 se inaugura el edificio de la presente sede.

NACE EN TIEMPOS DE CRISIS

Desde los inicios del siglo XVIII, España se encontraba afectada por una multitud de problemas religiosos, políticos, económicos y sociales, en gran parte debido a numerosas guerras que habían ocasionados muchas deudas. Además, una fuerte sequía mantenía en estado de desnutrición a una porción importante de la población y, sobre todo, estaba azotada por la peste.

Esta terrible enfermedad, que ya había acabado con la vida de millones de personas, fue una gran epidemia, cuyos orígenes se remontaban a siglos anteriores y era causada por las pulgas que pasaban desde las ratas, sus portadoras naturales, hacia los humanos.

Sin embargo, en medio de todas estas vicisitudes, brillantes talentos tuvieron la visión de crear lo que se convirtió en la institución más importante del mundo hispano, lo cual nos habla de que, de los peores momentos, pueden surgir las mejores ideas.

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