El intenso debate sobre el uso de teléfonos móviles en las aulas de colegios e institutos en España ha llegado a un punto decisivo, con la consideración de una posible prohibición a nivel nacional.
Diversas regiones como Castilla La-Mancha, Castilla y León, Galicia y la Comunidad de Madrid, ya han implementado restricciones en sus instituciones educativas. Ahora, el Ministerio de Educación planea desarrollar una regulación que afecte a todo el país.
La propuesta es contundente: prohibir los móviles en las aulas de Primaria y Secundaria, salvo que el docente permita su uso por razones educativas específicas.
El fin de esta medida es promover una reflexión social sobre el uso de estos dispositivos y su influencia en el desempeño escolar. Pilar Alegría, ministra actual de Educación, ha anunciado conversaciones con las comunidades autónomas y el Consejo Escolar del Estado en enero de 2024 para evaluar la aplicabilidad de esta norma a nivel nacional.
En una entrevista para Computer Hoy Susana Estudillos Esteban, Gerente de Sostenibilidad Social en AENOR, señaló recientemente:
Un estudio llevado a cabo por la catedrática Pilar Beneito y el profesor Óscar Vicente Chirivella de la Universidad de Valencia, reportado por La Razón el 22/11/2023, realizado en Galicia y Castilla la Mancha, concluye que la restricción de móviles en las aulas mejora significativamente la convivencia escolar, disminuyendo el acoso y mejorando el rendimiento académico.
A pesar de que la prohibición total podría ser la solución, la ministra destaca que muchos consejeros de Educación han acogido la idea con entusiasmo. Organizaciones como Save the Children y la Fundación Anar apoyan esta iniciativa.
Aún así, resta por determinar si la prohibición se implementará a nivel nacional y qué implicaciones tendrá.
¿Una solución efectiva o un futuro problema?
La idea de prohibir los móviles en las aulas genera opiniones divididas. Por un lado, sus defensores sostienen que podría mejorar la concentración y atención de los estudiantes, minimizando distracciones y propiciando un ambiente de aprendizaje más enfocado.
Se subraya además que esta medida podría abordar la «alarma social» indicada por la OCDE sobre los efectos adversos de los móviles en el rendimiento académico.
Según la experta:
La tecnología está integralmente incorporada en nuestras vidas, así que debemos maximizar su potencial educativo, reconociendo sus beneficios, pero también identificando, analizando y previniendo los riesgos de un uso inapropiado en el ámbito educativo.
No obstante, la aplicación de esta prohibición suscita ciertas inquietudes. La sociedad actual está estrechamente vinculada con la tecnología, y muchos argumentan que los dispositivos móviles pueden ser herramientas educativas valiosas si se emplean correctamente.
Además, la prohibición podría enfrentar resistencia de los estudiantes, habituados a una constante conectividad.
Así las cosas, Susana Estudillos Esteban piensa que la estrategia puede originarse en la idea de que cualquier prohibición puede generar un efecto contrario al deseado, si no se consideran todos los factores y escenarios necesarios, como ya se ha observado en otras legislaciones recientes.
Por ahora, solo queda esperar a enero de 2024. El éxito o fracaso de la medida, como indica la experta, dependerá de la evaluación en cuatro áreas clave según los criterios de la Certificación AENOR de Centro Educativo Tolerante.
Estos aspectos son la mejora de la convivencia escolar, la participación activa de la comunidad educativa, el incremento del rendimiento académico y la gestión enfocada en la mejora continua para avanzar en el fortalecimiento de las relaciones y la convivencia en los centros educativos, utilizando todos los recursos necesarios.