Esta tribu boliviana tiene los cerebros y corazones más sanos del mundo

Los tsimanés han proporcionado datos asombrosos sobre los efectos potencialmente perjudiciales para la salud de los estilos de vida modernos.

La clave para una buena salud puede estar en las profundidades de la Amazonía boliviana. Allí, los investigadores han descubierto que los integrantes de la tribu T’simane (también conocidos como chimanes) tienen corazones y cerebros notablemente más sanos que los occidentales.





Ya se tenían algunas pistas de que los tsimanés, una tribu conformada por cerca de 16.000 personas, gozaban de una excelente salud. Un estudio de 2017 demostró que tenían los corazones más sanos del mundo. Ahora, un estudio de 2021 ha confirmado que los tsimanés no solo tienen corazones más sanos, sino que sus cerebros también son más robustos.

TSIMANÉS: CORAZONES SANOS Y ENVEJECIMIENTO CEREBRAL SALUDABLE

La nueva investigación de 2021 examinó a 746 adultos tsimanés entre las edades de 40 y 94. Los tsimanés, que viajaron hasta dos días completos desde sus pueblos aislados a Trinidad, Bolivia, se sometieron a tomografías computarizadas para que los investigadores pudieran observar sus cerebros. Una vez que los investigadores tuvieron los escáneres cerebrales de los tsimanés, los compararon con los escáneres de adultos de Alemania, Estados Unidos y Holanda.

Sus hallazgos se hicieron eco del estudio de 2017: los tsimanés tenían cerebros sustancialmente más saludables que los occidentales. Cuando los investigadores observaron el volumen cerebral entre las dos poblaciones, encontraron que la diferencia en el volumen cerebral entre la mediana edad y la vejez es un 70 por ciento menor en los cerebros de los tsimanés que en los occidentales.

corazones sanos y envejecimiento cerebral saludable
(Foto / Cortesía del Equipo del Proyecto de Historia de Vida y Salud de Tsimane)

Aunque algún nivel de atrofia cerebral es normal, una disminución rápida puede provocar deterioro cognitivo, deterioro funcional y demencia.

Según explica el autor del estudio Andrei Irimia, profesor asistente de gerontología, neurociencia e ingeniería biomédica en la Escuela de Gerontología Leonard Davis de la USC y la Escuela de Ingeniería de la USC Viterbi:

Los tsimanés nos han proporcionado un experimento natural asombroso sobre los efectos potencialmente perjudiciales de los estilos de vida modernos en nuestra salud.

Estos hallazgos sugieren que la atrofia cerebral puede reducirse sustancialmente por los mismos factores de estilo de vida asociados con un riesgo muy bajo de enfermedad cardíaca.

No obstante, estos resultados más recientes no son tan sorprendentes. La gente de la tribu T’simane es físicamente activa y vive de la agricultura, la caza y la pesca. Consumen una dieta rica en fibra que incluye verduras, pescado y carne magra. Mientras tanto, los occidentales son generalmente sedentarios y consumen más grasas saturadas.

LA CLAVE PARA FRENAR EL ENVEJECIMIENTO

Pero los científicos no estaban seguros de que el estilo de vida saludable de los tsimanés se tradujera necesariamente en un cerebro más saludable. Si bien la tribu se alimenta de forma saludable y hace ejercicio, también carecen de atención médica y medicina moderna. Como tales, generalmente son más vulnerables a enfermedades infecciosas y altos niveles de inflamación.

Dado que la inflamación está relacionada con la atrofia cerebral, los investigadores sospecharon que los tsimanés podrían tener cerebros que se atrofiaran rápidamente. Pero encontraron todo lo contrario.

Eso resulta crucial, lo que sugiere que la salud cardiovascular puede superar los efectos secundarios de la inflamación. Pero el tipo de inflamación también es importante.

La clave para frenar el envejecimiento
(Foto / Cortesía del Equipo del Proyecto de Historia de Vida y Salud de Tsimane)

Mientras que la inflamación en los tsimanés generalmente es causada por infecciones respiratorias, gastrointestinales y parasitarias; la inflamación en los occidentales es provocada por obesidad y causas metabólicas.

Al respecto, esto explicó el coautor del estudio Hillard Kaplan, profesor de economía de la salud y antropología en la Universidad de Chapman, quien durante varios años ha estudiado a la tribu T’simane:

Nuestro estilo de vida sedentario y una dieta rica en azúcares y grasas pueden estar acelerando la pérdida de tejido cerebral con la edad y haciéndonos más vulnerables a enfermedades como el Alzheimer.

Los tsimanés pueden servir como base para un envejecimiento cerebral saludable.

Sin embargo, algunos científicos creen que se necesita más investigación. Rebecca Edelmayer, directora senior de compromiso científico de la Asociación de Alzheimer, señaló que el estudio más reciente de los cerebros de los tsimanés no evaluó su memoria ni sus habilidades de pensamiento. Tampoco tuvo en cuenta factores como la exposición ambiental o los genes, que pueden afectar el envejecimiento cerebral y la demencia.

Aún así, el estudio parece probar algo bastante básico: comer bien y moverse a menudo puede conducir a una mejor salud.

Según Kaplan:

Los hallazgos sugieren amplias oportunidades para las intervenciones para mejorar la salud del cerebro, incluso en poblaciones con altos niveles de inflamación.

Y a miles de kilómetros de distancia de la Amazonía boliviana, en Chicago, los investigadores están trabajando en un ensayo clínico para ver si factores como la dieta y el ejercicio pueden retrasar el deterioro mental en los adultos mayores. Se sienten animados por lo que ven en los tsimanés.

Por su parte, Shannon Halloway, profesora asistente que también participó en el estudio de Chicago, dice que las personas de las poblaciones occidentales podrían no necesitar mucho para restablecer sus hábitos y, con suerte, mejorar la salud de su cerebro:

Sal a caminar y habla con tus vecinos mientras lo haces. Prepara la cena con tus seres queridos. Encuentra actividades que disfrutes y mantendrás el ritmo.

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