Actualmente nos hallamos en lo más crudo del invierno, con enero y febrero siendo tradicionalmente los meses más fríos en España. No obstante, estamos presenciando temperaturas inusualmente altas para esta época del año.
Dejando atrás solo unos pocos días esporádicos de frío, el alza en las temperaturas continúa estableciendo marcas históricas, y nos encontramos ante una pronunciada sequía a lo largo del país. Los especialistas ya lo habían pronosticado: el año 2023 fue el más cálido en décadas, pero se espera que el 2024 supere estas temperaturas.
Las drásticas variaciones de temperatura, unidas a otros fenómenos meteorológicos extremos que se presentan con mayor frecuencia, nos envían un mensaje claro: el cambio climático es una realidad palpable.
Calor a finales de enero, ¿Cuál es la causa?
El origen de este inesperado calor en pleno enero, que determinará el clima de España en los próximos días, es una combinación poco común de un poderoso anticiclón en superficie y una dorsal en altura bastante atípica para la temporada.
Pero, ¿qué implica esto exactamente? National Geographic acudió a la experta Mar Gómez , jefa del área de meteorología de Eltiempo.es y doctora en Ciencias Físicas, para obtener una explicación más detallada.
Una dorsal es una estructura atmosférica relacionada con la estabilidad y cielos claros, un fenómeno que normalmente no sería considerado excepcional. Sin embargo, la intensidad de la dorsal que ahora se experimenta en España es más característica de los meses de verano que de la mitad del invierno.
Se espera que esta dorsal alcance una altura geopotencial de entre 5.940 y 6.000 metros, cifras que no se habían registrado en enero en al menos los últimos 50 años.
Esta dorsal no se presenta sola, sino acompañada de un fuerte anticiclón cálido, cuyo aire ya ha descendido hacia zonas más próximas a la superficie terrestre. Estos sistemas de alta presión actúan como eficientes barreras contra borrascas, frentes y otros eventos meteorológicos provenientes del Atlántico que normalmente provocarían un descenso en las temperaturas o la llegada de precipitaciones.
La conjunción de ambos fenómenos significa que esta condición meteorológica se extiende a lo largo de toda la columna de aire en la atmósfera, afectando incluso a la troposfera , la capa más baja. Como resultado, se mantiene un clima cálido, estable y sin presencia de niebla o lluvia.
Las temperaturas podrían alcanzar los 20ºC en extensas zonas del país durante el día, y en algunas áreas específicas incluso podrían llegar a los 25ºC. Estas son temperaturas que, aunque no se considerarían extremadamente cálidas, son definitivamente elevadas para el mes de enero.
¿Qué es un bloqueo atmosférico?
Este término se refiere a cuando la situación descrita anteriormente se sostiene durante varios días o incluso semanas, creando patrones inusuales en las corrientes atmosféricas.
Los sistemas de alta presión como el que actualmente se encuentra en España tienden a desplazarse más lentamente que las borrascas o ciclones, por lo que tienen la capacidad de bloquear regiones más amplias.
Mientras este anticiclón y la dorsal permanezcan estacionarios, la limitada corriente de vientos en altitudes más altas dificultará la llegada de lluvias, además de contribuir a que la contaminación generada en las ciudades se acumule en una misma zona de la atmósfera.
En definitiva, estos inusuales patrones climáticos que estamos experimentando no son solo un recordatorio de la variabilidad de la naturaleza, sino también un claro indicativo de los profundos efectos del cambio climático . Mientras los anticiclones y dorsales esculpen un enero atípico en España, nos enfrentamos a un llamado urgente a la reflexión y acción. Cada día de calor inesperado en invierno subraya la importancia de entender y responder al desafío climático que tenemos ante nosotros, para preservar el equilibrio de nuestro entorno natural para las generaciones futuras.