Derek Eloy es un neonato español que, con apenas una breve existencia, ya ha marcado un hito al ser el primer infante en Europa gestado por dos madres. La técnica INVOcell fue la escogida por su pareja de madres, ambas mujeres, para concebir a Derek, ya que les brindaba la posibilidad de estar involucradas de manera más directa en el proceso de gestación.
El alumbramiento, que se realizó por cesárea debido a la posición en nalgas del bebé, fue algo complejo, pero el desenlace fue positivo y Derek Eloy goza de buena salud. Sin embargo, surgen interrogantes sobre los riesgos de esta decisión y si INVOcell podría representar el porvenir de la reproducción asistida . Además, se plantea la relevancia de optar por esta técnica.
Es importante señalar que el método INVOcell, que consiste en colocar un tipo de incubadora en la vagina de la madre gestante inicial, es bastante común en países como Estados Unidos, pero aún no ha ganado tanta aceptación en Europa. Su costo varía entre las diferentes clínicas y no es significativamente más caro que la fecundación in vitro (FIV) convencional. Esto sugiere que podrían existir otras barreras que causan reticencia entre los especialistas al momento de recomendarla, y aunque no son excesivas, ciertamente existen.
Alternativas en la reproducción asistida
La técnica de INVOcell no fue diseñada en sus inicios con el fin de posibilitar la gestación compartida entre dos madres. Su propósito fundamental ha sido involucrar a las madres en el proceso de reproducción asistida desde su comienzo.
Hay numerosos métodos de reproducción asistida disponibles. Por ejemplo, en la inseminación artificial se introduce el semen, propio de la pareja o de un donante, en el útero de la mujer que va a gestar. Esto se aplica en casos de problemas anatómicos que dificultan el encuentro del semen con el óvulo, así como en situaciones donde no hay una pareja productora de semen o la calidad del semen de la pareja es deficiente.
Con estos métodos, la fecundación sucede dentro del cuerpo de la mujer desde el principio. No obstante, en técnicas asociadas a la FIV, lo que se transfiere es el embrión, ya en proceso de desarrollo, perdiéndose así una parte inicial de la gestación.
En la FIV, la fecundación se lleva a cabo en un entorno controlado de laboratorio. Esto se realiza de dos maneras principales: colocando los espermatozoides junto al óvulo para que la fecundación ocurra de forma natural o mediante la microinyección espermática o ICSI, donde se inyecta un espermatozoide directamente en el óvulo.
Tras la fecundación, los embriólogos supervisan que todo proceda correctamente y sitúan el óvulo fecundado en una incubadora donde se monitorea su evolución diariamente, evaluando el número de células y la morfología del embrión. El embrión que se considera más óptimo se transfiere al útero en el quinto día de desarrollo, y si hay otros viables, se congelan o vitrifican.
El proceso de INVOcell y su aplicación
El método INVOcell implica una incubación inicial de cinco días mediante un artefacto insertado en la vagina. Este dispositivo alberga tanto el esperma como los óvulos , generalmente dos, con lo cual el número máximo de embriones posibles es de dos. Tras ese lapso, el especialista en ginecología extrae el artefacto para verificar si ha ocurrido la fecundación. Luego selecciona el embrión aparentemente más apto para su transferencia al útero, que usualmente se realiza en la misma mujer. No obstante, en parejas de mujeres, se tiene la opción de realizar la transferencia a la otra integrante, posibilitando así la gestación compartida por ambas madres.
Interrogantes sobre la gestación compartida
La gestación se refiere al periodo que transcurre desde la unión del espermatozoide y el óvulo hasta el alumbramiento. La fecundación, conocida como la fusión de estos gametos para formar un zigoto, da inicio al desarrollo embrionario y fetal hasta el nacimiento. Normalmente, este proceso natural sucede en las trompas de Falopio y el zigoto se implanta en el útero al sexto día, manteniendo contacto continuo con la madre biológica.
Por otro lado, el procedimiento INVOcell facilita que la fecundación se realice dentro de un dispositivo en la vagina, ajeno a las trompas de Falopio y sin contacto directo con el sistema reproductivo materno. Por lo tanto, considerar que Derek Eloy ha sido gestado por dos madres presenta sus complejidades, ya que estrictamente, la primera no ha ejercido como gestante.
A pesar de ello, la terminología puede ser flexible. Si contribuye positivamente al bienestar emocional de la pareja creer en una gestación conjunta, no existen razones para no adoptar esa perspectiva. Aun así, es crucial reconocer ciertas restricciones del método INVOcell y es recomendable una comprensión exhaustiva de la técnica antes de optar por ella.
Desafíos del uso de INVOcell
Existen diversos desafíos asociados con el empleo de INVOcell. Uno de los principales es la necesidad de manipularlo con sumo cuidado para prevenir infecciones y la dificultad para mantener la temperatura constante al nivel de una incubadora de laboratorio.
Para evitar fluctuaciones de temperatura, se recomienda que la portadora se abstenga de mantener relaciones sexuales, tomar baños de agua caliente o realizar ejercicios intensos. No obstante, pueden presentarse variaciones de temperatura difíciles de manejar.
Otra limitante significativa es la imposibilidad de observar el desarrollo embrionario en detalle. En procesos de fecundación in vitro (FIV), los especialistas pueden seguir de cerca el proceso de división celular gracias a sistemas de video en las incubadoras, lo que influye en la selección del embrión a transferir. Esto no es viable con INVOcell, incrementando el riesgo de complicaciones en el embarazo o anomalías cromosómicas.
Alternativas de gestación para parejas de mujeres
Para parejas conformadas por dos mujeres, existen generalmente dos opciones. Una es la inseminación artificial tradicional, donde el esperma de un donante se introduce en el útero de una de las mujeres, o la técnica ROPA , un método de FIV en el que se emplea el esperma de un donante y los óvulos de una parte de la pareja, pero se transfiere el embrión a la otra, permitiendo que ambas participen en la gestación. Sin embargo, solo una llevará a cabo el embarazo.
Las madres de Derek Eloy, Estefanía y Azahara, optaron por compartir la experiencia de la gestación. Debido a una cirugía de estómago previa, para Estefanía sería arduo atravesar un embarazo completo, por lo que se acordó que solo gestaría durante los primeros cinco días, dejando el resto del proceso a Azahara.
Un desenlace feliz
Azahara se sometió a una cesárea y su recuperación ha sido favorable. El nacimiento del primer bebé en Europa a través de esta técnica representa un desenlace feliz y una innovación en la reproducción asistida. Aunque muchas preguntas iniciales han sido respondidas, persiste una interrogante: ¿Merece la pena este procedimiento?
Los cinco días que el embrión pasa en el dispositivo dentro del útero probablemente tengan un impacto mínimo, considerando los retos mencionados anteriormente. Aunque puede tener un efecto psicológico positivo, es esencial valorar cada situación individualmente. El afecto y cuidado que una mujer está dispuesta a ofrecer a su hijo define su maternidad mucho más que el breve periodo en que lo lleva dentro de sí, especialmente en comparación con quienes, tras un embarazo completo, no brindan el cuidado adecuado al niño.