¿Existió realmente el Caballo de Troya? La discusión en el ámbito histórico

De acuerdo con la mitología antigua, el Caballo de Troya habría sido utilizado por los griegos para finalmente capturar la ciudad de Troya. Sin embargo, los historiadores no concuerdan en cuanto a si esta famosa estructura de madera realmente existió o no.

Según la antigua historia griega, el Caballo de Troya habría permitido a los griegos, exhaustos de la guerra, ingresar a la ciudad de Troya y finalmente ganar la Guerra de Troya.





De acuerdo a la leyenda, Odiseo habría ordenado su construcción y se habría escondido dentro de la estructura junto con otros soldados para asediar la ciudad. El Caballo de Troya fue tan icónico en su construcción y propósito que quedó inmortalizado para siempre en obras clásicas .

Sin embargo, ¿fue real la existencia del Caballo de Troya? En años recientes, los historiadores han cuestionado si la exageración del poderío militar griego era simplemente un mito construido para hacer que el ejército pareciera divino en lugar de simplemente mortal.

Algunos expertos en historia clásica sugieren que el ejército griego utilizó algún tipo de máquina de asedio, como un ariete, y consideran que la existencia del Caballo de Troya es más metafórica que real.

Aunque no se pueda confirmar la existencia del Caballo de Troya, es innegable su lugar en la historia.

El caballo de Troya en la Eneida

Existe escasa documentación sobre el Caballo de Troya en la antigüedad, siendo la más conocida la que se encuentra en la Eneida de Virgilio , poeta romano de la época de Augusto, quien escribió el poema épico en el 29 a.C.

En el relato de Virgilio, un soldado griego llamado Sinón convenció a los troyanos de que sus tropas se habían retirado y que habían dejado un caballo como ofrenda al dios griego Atenea. Según Sinón, sus tropas esperaban ganarse el favor de la diosa después de que los troyanos arrasaran su tierra.

El caballo de Troya en la Eneida
Sinón es llevado ante Príamo, grabado en el Vergilius Romanus.

No obstante, el sacerdote troyano Laocoonte se percató rápidamente de que algo estaba mal. De acuerdo con la Eneida, advirtió a sus compañeros troyanos sobre el inminente peligro, pero ya era demasiado tarde: «el caballo había entrado en Troya» y nació el mito del Caballo de Troya.

Entonces fue cuando un nuevo pavor se asoma a los pechos temblorosos de todos y se dice que Laocoonte había pagado su crimen, por herir con su lanza la madera sagrada y llegar a clavar en su lomo la lanza asesina. Gritan que hay que buscar un lugar a la efigie y ganarse el numen de la diosa. Rompemos los muros y de la ciudad abrimos las murallas.

Uno de los primeros escépticos de la historia

Antes de la Eneida, la obra de teatro “ Las Troyanas ” de Eurípides también mencionaba un «Caballo de Troya». La obra, escrita por primera vez en 415 a.C., comenzaba con Poseidón , el dios griego del mar, dirigiéndose a la audiencia:

Yo, Poseidón, vengo del salado abismo del mar y desde que Febo y yo edificamos las altas torres de piedra de este campo troyano, he favorecido siempre esta ciudad, que ahora humea, destruida por el ejército argivo, quienes fabricaron un caballo preñado de armas, un corcel bélico, contaminando esta ciudad de una carga funesta.

Tanto en la obra de teatro como en el poema, el caballo simbolizaba la victoria sobre la derrota. Sin embargo, mientras que la obra «Las Troyanas» representaba adecuadamente al caballo de madera de manera metafórica, la representación del caballo en la Eneida llevó a los historiadores a ver su existencia como algo más literal y concreto. No obstante, tanto los historiadores antiguos como los modernos parecen querer alejarse de esta noción.

Grabado de Giovanni Battista Fontana
Grabado de Giovanni Battista Fontana donde se observa a Laocoonte y sus hijos siendo devorados por las serpientes. Al fondo, se observa cómo el caballo es llevado dentro de la ciudad.

Pausanias, un geógrafo y viajero griego que vivió durante el reinado romano de Marco Aurelio en el siglo II d.C., fue el primer historiador en cuestionar la existencia del caballo de Troya. En su obra “Descripción de Grecia”, Pausanias describe un caballo de bronce en lugar de madera, que sostenía soldados griegos en su interior:

Hay un caballo llamado De Madera colocado en bronce. Que la obra de Epeius era un plan para abrir una brecha en la pared de Troya lo sabe todo aquel que no atribuye una tontería total a los frigios. Pero la leyenda dice de ese caballo que contenía a los más valientes de los griegos, y el diseño de la figura de bronce encaja bien con esta historia. Menesteo y Teucro están asomándose desde él, y también los hijos de Teseo.

El caballo de Troya ha sido objeto de controversia entre historiadores, quienes sugieren que pudo haber sido una metáfora o una máquina de asedio

Más recientemente, en 2014, el Dr. Armand D’Angour de la Universidad de Oxford lo explicó más claramente en un boletín de la institución:

La evidencia arqueológica muestra que Troya de hecho fue incendiada; pero el caballo de madera es una fábula imaginativa, tal vez inspirada en la forma en que las antiguas máquinas de asedio se cubrían con pieles de caballo húmedas para evitar que les prendieran fuego.

Sin embargo, en las colinas de Hisarlik, la supuesta ubicación histórica de la ciudad de Troya, arqueólogos descubrieron en agosto de 2021 decenas de tablones de madera que se remontan a miles de años atrás.

Aunque varios historiadores mantuvieron una postura escéptica, los arqueólogos que realizaron el descubrimiento en Hisarlik estaban bastante seguros de que habían encontrado los restos del auténtico Caballo de Troya.

A pesar de esto, algunos historiadores plantean la posibilidad de que el verdadero “Caballo de Troya” pudiera haber sido algo distinto, como un barco con soldados escondidos en su interior o incluso un ariete camuflado con pieles de caballo.

Independientemente de las diferentes teorías, el término “Caballo de Troya” sigue siendo utilizado en la actualidad para referirse a la infiltración desde el interior de una organización, como cuando un espía o agente secreto se infiltra en ella y la desestabiliza.

Sin embargo, hoy en día, “Caballo de Troya”, o simplemente “troyano”, también se utiliza para referirse a un tipo de malware informático que engaña a los usuarios al disfrazarse como un programa legítimo. Una vez que un troyano infecta un sistema, puede dejarlo vulnerable a otros ataques maliciosos, como virus y delitos de piratería que pueden comprometer la privacidad y la seguridad de la información personal del usuario.

Monumento de madera
Monumento de madera del Caballo de Troya en las ruinas de la ciudad histórica de Troya, Turquía.

Quizá en el futuro, los historiadores consideren al científico informático Ken Thompson , quien acuñó el término “Caballo de Troya” por primera vez en la década de 1980, de manera similar a cómo hoy en día vemos a Virgilio y Pausanias en relación con la historia del Caballo de Troya.

¿Hasta qué punto se debe confiar en una afirmación de que un programa no contiene caballos de Troya? Tal vez sea más importante confiar en las personas que escribieron el software.

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