Las relaciones de pareja pueden ser complicadas. Muchos matrimonios, de hecho, acaban en divorcio por diversos motivos. Una tendencia, la de divorciarse o separarse, que tuvo un pico de casos durante los años de la pandemia y los confinamientos, según los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En 2021, por ejemplo, las rupturas matrimoniales aumentaron un 2,5% con respecto a 2020 y se alcanzó la cifra de 86.851 divorcios,3.674 separaciones y 57 nulidades. El año pasado, la cifra descendió ligeramente, situándose en los 84.551 casos de nulidad, separación y divorcio. Aun así, los datos son elevados y constantes.
Para las personas afectadas por un proceso como el del divorcio es fundamental contar con el asesoramiento de abogadas matrimoniales capaces de guiar a las parejas con las complejidades legales que pueden surgir durante los momentos de crisis. Estos profesionales, altamente especializados en esta rama del Derecho Familiar centrada en la pareja, se convierten en consejeros legales de los asuntos de la pareja. Son la opción más adecuada a la hora de encontrar un punto en común entre todas las partes.
Según explican desde el despacho Aboga2, con sede en Madrid, “nuestro papel, además de guiar a las parejas desde un punto de vista legal, va más allá al brindar también gracias a nuestra experiencia en cientos de casos asesoramiento, orientación y apoyo en momentos que pueden llegar a ser muy complicados”.
Cuando las parejas buscan ayuda de un abogado matrimonialista
Divorcios, separaciones, acuerdos prenupciales y postnupciales, resolución de disputas relacionadas con la custodia de los hijos o la pensión alimenticia son algunos de los asuntos más comunes por los que una persona solicita los servicios de las abogadas matrimonialistas. Sin embargo, como aclaran desde este despacho de abogados especializados, entre otras ramas del Derecho, en el Familiar, “cada situación es única y nuestra actuación requiere un enfoque adaptado a las circunstancias individuales de cada caso».
En términos generales, el trabajo de los abogados matrimonialistas en casos de divorcio, por ejemplo, estará centrado en la negociación de acuerdos y la resolución de disputas, intentando en todo momento evitar judicializar el proceso. En cuanto esto no sea posible, estos abogados también serán los responsables de ser los representantes legales en el juicio.
“Desde Aboga2 trabajamos en la negociación de acuerdos que protejan los intereses de nuestros clientes”, enfatizan desde este despacho de abogados. Desde el punto de vista de estos profesionales, la mejor actuación es la que intentan, desde un principio, prevenir y evitar problemas legales.
Para ello, incluso antes de que tengan la decisión tomada de divorcio o separación, es aconsejable acudir a un abogado matrimonialista para que el expongan toda la situación desde un punto de vista legal y, de este modo, tenga una visión panorámica de las dificultades o problemas a los que el interesado se puede enfrentar si no da los pasos acertados.
“Los abogados matrimonialistas, en este punto inicial del proceso, explicamos la realidad legal a las parejas y les ofrecemos toda la información necesaria para que tomen decisiones informadas desde el principio”, prosiguen desde Aboga2. “Nuestro objetivo, en definitiva, es ayudar a las parejas a evitar conflictos legales innecesarios. Sin embargo, hay casos en los que es imposible llegar a un acuerdo amigable», lamentan.
Consejos para contratar un abogado matrimonialista
Ya sea para prevenir problemas legales, resolver disputas o enfrentarse a un divorcio, contar con un abogado matrimonialista de confianza y con experiencia puede marcar la diferencia entre un buen acuerdo que contemple y proteja derechos, o un mal convenio que pueda condicionar el futuro al afectado.
Por ello, es importante elegir a un buen consejero legal en los aspectos relacionados con el Derecho Familiar. Para los expertos de Aboga2 y según su experiencia práctica en juicios relacionados con esta rama del Derecho, uno de los criterios más importantes a seguir es el de precio, tratando de huir de los abogados especialmente baratos.
A ello, como no puede ser de otro modo, es comprobar la experiencia, cualificación y formación específica en Derecho Matrimonial. “Este campo de la abogacía evoluciona constantemente y es fundamental estar actualizado sobre la última normativa para defender los intereses de nuestros clientes y conseguir el mejor acuerdo posible”, apuntan.
Para terminar, también es aconsejable concertar una consulta inicial para discutir las necesidades, expectativas y, sobre todo, conocer el perfil profesional y personal del abogado. “Aspectos como la confianza, transparencia, la empatía y la sensibilidad son esenciales en los casos de pareja”, reseñan desde Aboga2.